MINDFULNESS
El mindfulness o atención plena es una práctica que consiste en prestar atención al momento presente de manera intencional, sin juzgar y con aceptación. Se basa en técnicas de meditación y conciencia plena impactando en nuestro cerebro, emociones y comportamiento.
Ofrece estrategias para manejar el estrés, mejorar la concentración y desarrollar una mentalidad más positiva.
La práctica de está técnica por parte de los padres les beneficia en:
- · Reducir el estrés parental: ayuda a regular la respuesta al estrés, promoviendo una actitud más serena ante los desafíos familiares.
- · Mejorar la comunicación: fomenta la escucha activa y la empatía, reduciendo los conflictos con los hijos.
- · Regulación emocional: enseña a reconocer y gestionar emociones negativas como la ansiedad o la frustración, evitando respuestas impulsivas.
Al practicar mindfulness, los padres modelan hábitos saludables de manejo emocional.
Si lo practican los adolescentes les beneficia en:
- · Manejo del estrés y la ansiedad: reduce la rumiación mental y ayuda a afrontar la presión académica y social.
- · Aumento de la concentración y memoria: se mejorar el rendimiento escolar y la capacidad de aprendizaje.
- · Mayor autoconocimiento y regulación emocional: favorece la gestión de emociones como la ira, la tristeza o la inseguridad, promoviendo el autocontrol.
- · Fortalecimiento de la autoestima: aprender a vivir el presente sin juzgarse negativamente refuerza la confianza en uno mismo.
Podemos concluir que el mindfulness no solo mejora el bienestar mental, sino que también cambia la estructura cerebral, fortaleciendo las áreas responsables de la resiliencia, la toma de decisiones y el control emocional. Para padres y adolescentes esta practica puede ser una herramienta clave para afrontar los retos de la vida con mayor equilibrio y serenidad.
¡Os animamos a practicarlo!