Cuando la relación con tu hijo/a es complicada... no te agobies... es una oportunidad para aprender.


Las relaciones con los hijos/as cambian a medida que crecen. Cuando son pequeños quieren estar con sus padres todo el tiempo y especialmente con su madre, los abrazos y besos no suelen faltar, quieren ir a todas partes con ellos. No hay nada mejor que estar juntos.

Conforme van creciendo empiezan a separarse poco a poco, el "no" a todo lo que le pedimos se convierte en habitual así como tirar las cosas y desobedecer buscando la reacción emocional en sus padres. Poco a poco la relación con ellos suele convertirse en algo más difícil, que pone a prueba día a día la paciencia de las madres y de los padres, donde el juicio por parte de las personas que les rodean (abuelos/as, tíos/as, amigos/as) está muy presente generando mayor desconcierto en los padres.

Una de las emociones  más difíciles de gestionar suele ser el enfado. Los padres se plantean sus propias creencias, hacen cosas que no pensaban hacer nunca y se derrumban todos aquellos sistemas educativos que consideraban perfectos para sus hijos/as llegando a veces al desequilibrio personal.

¡No te desesperes, frente a ti aparece otra oportunidad para aprender!

Las relaciones con los hijos/as puede convertirse en algo muy difícil, ya que suelen reflejar todo aquello que no queremos ver de nosotros mismos, nuestros propios miedos e inseguridades. 

Si hay algo que sientes que tu hijo/a te mueve desde las entrañas, algo que no soportas, que te enfada o te duele mucho. Os animamos a mirar en vuestro interior y buscar una respuesta a vuestro sentimiento y por supuesto, evitar en la medida de lo posible cargar a vuestros hijos/as. Apartaos... respirad... tomaros un tiempo para poder adecuar vuestra respuesta a la situación, usad la meditación o la relajación. Cuando te recuperes y encuentres el equilibrio dentro de tí, acércate y actúa desde la sabiduría interior que todos tenemos y no desde el impulso, que puede ser muy dañino.

Una gran lección tienes que aprender.

Debemos tener muy presente que los niños/as son seres esenciales, puros. Vienen al mundo deseosos de dar y recibir amor. En ellos no hay maldad, ni rencor, ni odio. Es por ésto que están menos dañados que nosotros los adultos, que con todas las cosas que nos suceden en la vida hemos ido creando una coraza emocional y corporal que nos aleja de lo realmente esencial. Debemos aprovechar todos los días para dedicar un tiempo a observar a nuestros hijos e hijas, disfrutar de sus sonrisas y también de sus enfados y miedos que son puros.

Pero ¡CUIDADO! ésto no significa que nuestros hijos/as no necesiten normas y límites, éstos son necesarios, y hablaremos de ellos en otra ocasión, sólo debemos ser muy respetuosos, siendo coherentes, concretos y no abusivos. 

En ELQUI. Psicología Infantil y Adolescente nos sentimos muy afortunados de tener la oportunidad de aprender de ellos y poder ayudar a estos pequeños maestros y a sus padres a verles como lo que son, SERES ESENCIALES Y AMOROSOS.

Recuerda: " LOS NIÑOS Y NIÑAS SON NUESTROS GRANDES MAESTROS"