¡REFORZANDO LA LECTURA TAMBIÉN EN 

VERANO!



Para continuar el Verano y reforzar la lectura os proponemos algunos ejercicios sencillos que sirven para sentar la base de la lectura y así prevenir que  aparezcan dificultades o síntomas disléxicos.

Para empezar debemos saber que no todos los niños llevan el mismo ritmo, sino que hay liebres y tortugas, y lo importante es que cada uno alcance sus objetivos de acuerdo a la madurez que vaya adquiriendo; no debemos perder la paciencia ni atosigar al niño.



¿CÓMO MEJORAR LA MOTIVACIÓN POR LA LECTURA?


Hay que propiciar en el niño el desarrollo de una relación positiva con lo escrito, asociando la lectura con situaciones placenteras.
  • Manipulando libros que le gusten.
  • Escuchando lecturas de un adulto antes de dormir.
  • Leer a dos voces (el adulto lee el cuento, pero de pronto se calla, o el adulto lee un trozo y el niño otro, etc.).
  • Pintar los personajes de un libro.
  • Leer libros con imágenes que les guste.


Demostrando al niño la utilidad de la lectura. 
  • Consultar los catálogos de juguetes.
  • Ver la fecha de su cumpleaños en un calendario.
  • Leer una receta de cocina.
  • Escribir notas para que haga recados.
  • Leer las notas que le entregan en el colegio, etc. 

Leyendo delante de ellos.

El niño comienza a acercarse a la lectura, sobre todo, cuando ve leer a los más próximos. Si nos ve leer habitualmente a los mayores, si le estimulamos para que presten atención a los escritos, pronto comenzarán las preguntas: "¿qué pone ahí?", "¿qué letra es esa"?. En este momento podemos motivarlos para que lo hagan.



¿CÓMO AYUDAR A MI HIJO EN EL APRENDIZAJE DE LA LECTURA?



Estimulando la concienciación fonológica:
  • Inventar rimas de dos palabras acerca de objetos que haya en casa, como por ejemplo "silla pilla" y "taco flaco." Mejor si las rimas son cómicas. -Inventar una rima propia sobre algo de casa: "¡Al gatito chiquitito le picó un mosquito!
  •  Describir las cosas que ve al aire libre, usando palabras que comiencen con el mismo sonido: "casa cuadrada", "perro pequeño", "bote bonito."
  • Con algunos juegos tradicionales de lenguaje oral también se desarrolla la conciencia de los sonidos: como el veo –veo o palabras encadenadas.


Reforzando los prerrequisitos: atención, memoria y  vocabulario. El niño debe estar abierto a experiencias variadas y sobre todo debe contar con la mediación de un adulto que vaya ayudándole a madurar esos aspectos. Algunas actividades caseras que desarrollan estos prerrequisitos:
  • Decirles el nombre de las calles por la que pasan; luego jugar a que les lleve a una calle.
  • Recordar nombre, apellidos y profesión de papá y mamá.
  • Aprender su número de teléfono y los de algún familiar o amigo
  • Aprender los días de la semana y los meses del año
  • Enseñarle canciones de corro, adivinanzas y refranes
  • Dedicar algún rato a contar chistes
  • Poner objetos sobre la mesa y decirle que cierre los ojos; esconder un objeto y cuando abra los ojos tiene que descubrir cuál falta.
  • Recordar qué comió el día anterior en la comida y en la cena.
  •  Aprovechar todo tipo de salidas de la ciudad para explicarle por qué pueblos pasa y qué es lo que vemos.
  • Ver con él un programa de TV y preguntarle por los personajes, cómo se llamaban, qué cosas hacían, etc.
  • Preguntarle sobre una habitación con los ojos cerrados: color de las paredes, cuadros, muebles, otros objetos, etc.

Ofreciendoles siempre, siempre el amor, apoyo y respeto que necesitan. Tengamos paciencia con ellos y si vemos que la perdemos... nos tomamos un tiempo para recuperarla.

ELQUI. Psicología Infantil y Adolescente.