FELIZ AÑO NUEVO


Se va el año 2017 cargado de buenos momentos y otros no tan buenos.
 Demos la bienvenida al 2018. Desde Elqui Psicología Infantil y Adolescente
 os deseamos una feliz entrada de Año!

ALGO DE NUESTRA EXPERIENCIA COMO PSICÓLOGAS…


Tras nuestros años de experiencia trabajando con niños, niñas y adolescentes, acompañándoles en su dolor, en su alegría, en sus enfados y miedos, respetando todas y cada una de las emociones que les surgen en terapia hemos podido aprender grandes cosa. El trabajo con las inseguridades de los padres, sus durezas y desconexiones, sus miedos y sobre todo el amor tan profundo que sienten hacia sus hijos e hijas nos hacen sentirnos afortunadas de poder desempeñar éste trabajo que nos hace crecer como persona y como ser humano.
Al igual que los niños, niñas y adolescentes con los que hemos trabajado en nuestros más de diez años de experiencia, hemos tenido la suerte de haber podido ir cambiando junto a ellos. Gracias a ellos hemos aprendido a ser pacientes, distanciarnos de lo que está sintiendo en ese momento para no dejarnos llevar por la catarata emocional por la que es fácil dejarse arrastrar para tomar una posición de observador y por lo tanto de ayuda al menor y a su familia. Éste es uno de los grandes aprendizajes, escuchar más de lo que se habla, sentir siempre lo que te está diciendo el niño/a y sus padres, empatizar con ellos y tratarlos con amor es clave para que la terapia pueda fluir de forma armoniosa.
Y qué decir de esos adolescentes, que a menudo llegan tan distantes, con sus enfados, miedos, ansiedades, inseguridades y creencias que nos hacen contactar tanto con ese adolescentes que nosotras también fuimos. Gracias a ellos hemos podido afrontar miedos  propios de nuestra infancia, nos han dado la oportunidad de mirar a nuestro yo adolescente y admirarlo por lo que consiguió. Esos adolescentes que enseñan a sus padres a respetarles, les anima al crecimiento personal, a que les vean como seres únicos sin comparaciones, sólo a amarlos y respetarlos en sus cambios. Éstos adolescentes que solicitan una evolución de sus padres y madres, les empuja a soltar aquello a lo que se aferran, a esa etapa pasada que es la infancia que a la familia tanto le cuesta soltar ya que son maravillosos los recuerdos que de allí vienen y les da miedo lo que está por venir.

Gracias a todos nuestros niños, niñas y adolescentes, por todo lo que nos habéis hecho crecer como profesionales de la salud y sobre todo como personas. Nos habéis enseñado a ser amorosos, a enfrentarnos a nuestros propios miedos y nos habéis obligado a modificar nuestros propios puntos de vista hacia otro que podía ayudaros. Es maravilloso tener la oportunidad de compartir nuestro tiempo con vosotros y nos sentimos muy afortunadas por ello.

MIEDOS...

A menudo el miedo aparece en nuestras vidas o en las de nuestros/as hijos/as dificultándonos el afrontamiento a ciertas situaciones e impidiéndonos disfrutar de algunas actividades.



¿QUÉ ES EL MIEDO?

El miedo es una emoción. Las emociones son estados (mentales y físicos) que nos mueven a algo. En un grado nos pueden mover, pero pueden llegar a paralizarnos (miedo - terror). No estamos acostumbradas/os a analizar nuestros sentimientos, sino a expresarlos desde nuestra razón, ignorando o racionalizando lo que sentimos, algo que dificulta su liberación.

El miedo es una emoción positiva en el sentido que constituye un mecanismo de supervivencia surgido para permitir al individuo responder ante situaciones adversas con rapidez y eficacia. Es un mecanismo de adaptación al medio. Sentir miedo por algo es natural. La cuestión es cómo reaccionamos ante él. 

Posiblemente todas/os sepamos lo que es el miedo por propia experiencia. Se puede sentir miedo al daño físico, al fracaso, a decepcionar a los seres queridos... El miedo puede ser a lo desconocido o a lo conocido. 

No podemos permitir que nuestra manera de actuar esté condicionada por ese temor o que nos paralice hasta el punto de que nuestras decisiones y actitudes queden supeditas a él, ya que pueden llegar a limitarnos e impedirnos hacer ciertas cosas

¿CÓMO AFRONTAR EL MIEDO?


Postura activa. Afrontando directamente la situación que la produce (cambios de hábitos) y afrontando las consecuencias o intentando mantener el control, evitando comportamientos impulsivos de huida (relajándote, repitiéndote que puedes mantener el control...)

Aceptarlos. Con frecuencia los miedos se niegan (para no sentirse mal), se ocultan (para no preocupar al resto o no ser mal consideradas/os) y  se hace como si no existieran, evitándolos o rehuyendo temas o situaciones que los provoquen ("mejor no hablar", "no tiene importancia", "lo dejaremos para otra ocasión, ahora no tenemos tiempo",...).

Compartirlos. Las experiencias de miedo generan muchos sentimientos y emociones que no pueden ser calificados de negativos sólo por no atenerse a razones "lógicas". Negativizarlos no resuelve nada, al revés, genera prejuicios y complica aún más la situación de quienes los sufren. Compartir a un nivel más emocional nos alivia y fortalece.


A veces no sabemos cómo ayudar a nuestros hijos/as con ésta emoción, nos desborda y acabamos perdiendo la paciencia con ellas/os. En el caso de que éste miedo sea muy continuo y le impida realizar ciertas actividades os animamos a que os pongáis en contacto con profesionales.

En ELQUI. Psicología Infantil y Adolescente ¡os podemos ayudar!


Detrás del enfado hay una persona herida que necesita ser vista




A menudo nos encontramos con madres y padres cuyos hij@s parecen estar muy enfadados. Vienen preocupados y cegados por la conducta disruptiva sin poder  ver más allá.

La tendencia que tenemos a reaccionar de manera enfadada, incluso agresiva, se puede explicar desde la evolución de nuestra especie. Los pensamientos hostiles eran de gran ayuda en la prehistoria, cuando nuestros antepasados tenían que luchar constantemente contra todo para sobrevivir día a día y reaccionar inmediatamente ante cualquier situación de peligro.

En general, la mayoría de la gente considera el enfado como la reacción espontánea a un ataque, aunque en realidad es el fruto de una interpretación dada ante una situación que se ha sucedido tan rápidamente que ni siquiera somos conscientes de ello. Si nos tomamos tiempo para racionalizarlo, podremos comprobar que nuestra primera reacción emocional no es el enfado, sino un sentimiento de malestar, quizás de inseguridad o vulnerabilidad. Casi al mismo tiempo se sigue una interpretación de la situación dada y si tenemos la sospecha de que se nos ha tratado injustamente o que la otra persona nos ha tratado mal, es cuando el enfado se manifiesta y nuestro sistema de comportamiento se prepara para el ataque.

Un comportamiento agresivo aparece gradualmente:

Suceso dado --- Dolor --- Injusticia --- Enfado --- Disposición de ataque

Nuestras relaciones con los demás presentan una imagen ambivalente; mientras que el egocentrismo y el individualismo separan a las personas y pueden llegar a conducir a las familias y amig@s a una rivalidad, es nuestra necesidad de aprobación, de afecto y de solidaridad lo que nos lleva a unirnos.

Los conflictos nunca se solucionarían ni desaparecerían si las personas sólo tuvieran en su naturaleza humana una parte egoísta y centrada en la autodefensa.  La evolución también nos ha ido dotando de cualidades que nos acercan más a nuestros semejantes, como son la solidaridad, la compasión, el amor, la unidad...


A través de la compasión, la empatía y el amor podemos llegar al corazón de las personas que nos rodean, todos necesitamos ser comprendidos y amados tal y como somos, por lo que éste es el primer paso para poder resolver los conflictos que nos rodean.
UNA RELACIÓN DE PAREJA TIENE QUE SER FÁCIL…
EN ELLA TENEMOS QUE FLUIR…

El amor es un sentimiento que avala la capacidad para disfrutar juntos de las cosas, y no una medida de cuánto estoy dispuesto a sufrir por ti, o cuánto soy capaz de renunciar a mí” Jorge Bucay.


A veces en consulta nos encontremos a jóvenes con unas relaciones de pareja insanas, en las que el control y la restricción forman parte del día a día… “no salgas con tal persona”, “no me gusta que te pintes”, “no quiero que te vistas así”, “no me gusta que salgas con tus amigas” y un largo etcétera de falta de libertad y de respeto por los deseos de la otra persona. Incluso piensan que eso es lo normal y que así debe ser, pero ¡qué equivocados están!, eso poco a poco les ahoga a ellos mismos y a su pareja, haciendo que la relación se rompa o si la continúo produciendo insatisfacción y vacío personal.

Para poder sentirnos satisfechos a largo plazo en una relación de pareja, debemos aprender a diferenciar entre las relaciones de pareja sana y tóxica, apostando siempre por nuestro crecimiento y bienestar personal. 

 “Quiero amarte sin asfixiarte, apreciarte sin juzgarte, unirme a ti sin esclavizarte, invitarte sin exigirte. Dejarte sin sentirme culpable, criticarte sin herirte y ayudarte sin menospreciarte. Si puedo obtener lo smismo de ti, entonces podremos realmente encontrarnos y enriquecernos mutuamente” Virginia Satir.





Os animamos a que hagáis un recuento para ver en cuál de las dos columnas os encontráis.


El mayor problema cuando se está dentro de una relación tóxica es creer que el otro va a cambiar. Una relación no puede empezar queriendo que el otro cambie cosas. Cuando elegimos estar con otra persona es porque nos gusta y aceptamos tanto sus virtudes como sus defectos. Se trata de una elección, y como tal, se debe hacer con conciencia y conocimiento.



Debemos aprender a estar bien solos. Debemos saber estar a solas con nosotros mismos y sentirnos bien, tranquilos y a gusto. Si en un momento determinado decidimos elegir a otra persona para compartir nuestro día a día, tiene que ser porque con ella estamos igual o mejor que cuando estábamos solos.

En definitiva, a veces creemos que amamos a otro que a su vez, nos demuestra que no nos ama. La conclusión, que no deberíamos olvidar jamás, es la siguiente:

No puedes amar a alguien que no te ama.

Una relación de pareja tendría que ser un espacio para crecer tanto individualmente con con el otro. Debería haber unos pilares básicos que son:

Admiración, confianza, respeto, aceptación y comunicación.

LA IMPORTANCIA DE REIR TODOS LOS DÍAS



Reír es beneficioso para la salud por varios motivos. Por un lado, el humor reduce las hormonas del estrés. Además, una carcajada intensa aumenta el ritmo cardíaco, estimula el sistema inmune, potencia el estado de alerta y nos hace ejercitar los músculos. Sin olvidar que al reírnos aumentan los niveles de endorfinas, el anestésico natural del cuerpo.
Es más, incluso después de "echar unas risas" el organismo sigue notando sus efectos. "Tras reírnos, hay un breve período durante el cual la presión sanguínea baja y el corazón se desacelera", afirma el investigador McGrath, que recomienda 30 minutos diarios de ejercicio y 15 de humor.

El sentido del humor es la capacidad de reírse y relativizar las cosas serias de la vida, siendo un signo de madurez de la persona. Tener sentido del humor nos ayuda a sentirnos mejor y es un buen bálsamo contra el miedo, estrés y angustia.
Cuando reímos, muchos de nuestros problemas se diluyen y otros pierden importancia, relativizándose. Nuestro cuerpo se relaja y es un gran alivio para nuestra psique.

CÓMO RECUPERAR LA RISA

Si queremos volver a reír de forma habitual, tenemos que empezar a eliminar los obstáculos que nos hemos impuesto. La realidad es que al llegar a la edad adulta nos hacemos más rígidos, más serios y tristes, y percibimos todos los acontecimientos como “lo peor que nos podía pasar”, pero después con el tiempo vemos que no es así; sin embargo seguimos reaccionando de la misma forma, sin modificar esa actitud.

En general te recomendamos:

      Recuerda habitualmente aquellas cosas que de pequeño te hacían feliz, seguro que aún te hacen reír
No te alejes de las diversiones. Cuando estamos tristes no queremos ir a lugares o reuniones divertidas, porque no nos apetece y creemos que no nos vamos a divertir, sin embargo, cuando asistimos, la mayoría de las veces nos sorprendemos de lo bien que lo pasamos.
Dedicar unos minutos al día para realizar estiramientos de brazos, piernas, movimientos de cabeza circulares, haciendo especial hincapié en mover todos los músculos faciales, que son los más involucrados en la risa.
Piensa en las cosas que más te gustan, no permitas que tus pensamientos se ocupen de aquello que no te gusta, porque los pensamientos generan sentimientos.
Siempre que rías y la situación social te lo permita, intenta realizar movimientos libres, como pataleos, doblarnos…, como los niños. Procura dejar que todos los músculos de tu cuerpo se muevan como quieran, no estés rígido, debes permitir que afecte a todo tu cuerpo.
Anímate y valórate constantemente. La percepción de nosotros mismos y nuestras capacidades y cualidades cambia con nuestro estado de ánimo.
Acuérdate de un buen chiste. Siempre tendrás a mano una fórmula agradable de cambiar tu estado de ánimo.

¡La risa es flexibilidad, espontaneidad, quebrar la normalidad!


Ejercicios diarios, ¡TOMA NOTA!

Aprender a reírse de los problemas cotidianos, así se relativizan, no tienen tanta importancia.
A cada mala noticia que recibamos le añadimos una buena. Las situaciones nos afectan por la huella emocional que nos dejan, si a cada situación negativa le añadimos una positiva, veremos que lo que grabamos en nuestra mente ya no es tan triste (ejemplo: pago de una multa. Pensar en la entrada de dinero inesperada que tuvimos el día anterior.)
Reúne a tus amigos y pídeles que te propongan soluciones al azar cuando te enfrentes a algo que te parece insuperable. Las respuestas deben ser cortas y sin mucha reflexión.
Realiza una caricatura de la persona con la que tienes más problemas, luego ponle un nombre ridículo y contémplalo. De esta forma cuando  te encuentras delante de ella no te encontrarás tan molesta y empezarás a percibir aspectos agradables. Recuerda: agresividad solo genera agresividad, mientras que simpatía y cordialidad pueden eliminar ese sentimiento negativo.
Escribe en un papel la lista de los problemas sobre los que no tienes ningún control, después átalo a un gran globo y suéltalo, liberándote de ellos de una vez. Es una metáfora que hace que nuestra mente sienta que yo no nos presiona tanto, por otra parte, parece que la solución nos puede venir como “llovida del cielo”.
Busca el sentido del humor a cada situación negativa que te suceda, no te quedes con la situación de tristeza. Si no puedes cambiar la realidad, accede a verla desde otra perspectiva mejor para ti y tu salud mental (ejemplo: nos caemos en la calle, en vez de pensar en el dolor reírnos por el ridículo)
PRÉMIATE cada vez que realices algo que te  ha costado mucho. Tú eres el mejor regalo que la vida te ha dado, no dudes en premiarte cuando realices progresos.
Ríete frente al espejo, sobre todo por la mañana, al principio no es fácil pero luego brotará la hilaridad.
Cuando leas el periódico empieza siempre por detrás, las noticias más agradables están al final. Al principio están las noticias importantes (tristes), y tu estado de ánimo será peor a medida que lees y cuando llegues al final no tendrás humor para disfrutar de las agradables. Sin embargo, si lees primero las noticias agradables, alcanzarás un estado de ánimo ideal para encajar “las importantes”.
Videoteca personal de risa. Cuando estés decaído, procura ver una película cómica. Estamos acostumbrados a acomodarnos a nuestros estados de ánimo, aunque estos sean negativos.
Ríete cada día por lo menos tres veces durante un minuto
-       Mañana: te ayudará a ver mucho mejor el día.
-       Mediodía: realizarás una digestión más ligera.
-       Noche: Evitarás el insomnio.

Lo ideal es reírte como mínimo 100 veces al día para gozar de una buena salud, pero por algún sitio hay que empezar.

Reflexiones: 
-      Tenemos que aprender a reírnos de nosotros mismos, de nuestras capacidades limitadas y de la vida que es una tragicomedia.
-      Tener sentido del humor, no es reírse de todo en todo momento, sino aprender a percibir las cosas de la vida de una forma más alegre y agradable.
-      Las cosas y las situaciones no nos afectan por lo que son, sino por lo que representan para nosotros. Aprender a ver las situaciones desde representaciones más favorables, es el arte de la Risoterapia.
-      Sólo pensamos en lo que perdemos y nunca en las infinitas posibilidades que se abren ante nosotros (despido laboral)
-      Es necesario, razonar la realidad y darnos cuenta que una misma situación puede ser buena, muy buena o muy mala, dependiendo de la perspectiva en que nos situemos.
-      La capacidad humana por excelencia es la RISA. Sólo el hombre es capaz de reír, es lo que le diferencia de los demás seres, es la cualidad esencial del ser más inteligente.
-      Según las estadísticas sólo se cumplen los pensamientos negativos en un 5% de las ocasiones por lo que sufrimos sin motivo en un 95% de las circunstancias