A menudo el miedo aparece en nuestras vidas o en las de nuestros/as hijos/as dificultándonos el afrontamiento a ciertas situaciones e impidiéndonos disfrutar de algunas actividades.
¿QUÉ ES EL MIEDO?
El miedo es una emoción. Las emociones son estados (mentales y físicos) que nos mueven a algo. En un grado nos pueden mover, pero pueden llegar a paralizarnos (miedo - terror). No estamos acostumbradas/os a analizar nuestros sentimientos, sino a expresarlos desde nuestra razón, ignorando o racionalizando lo que sentimos, algo que dificulta su liberación.
El miedo es una emoción positiva en el sentido que constituye un mecanismo de supervivencia surgido para permitir al individuo responder ante situaciones adversas con rapidez y eficacia. Es un mecanismo de adaptación al medio. Sentir miedo por algo es natural. La cuestión es cómo reaccionamos ante él.
Posiblemente todas/os sepamos lo que es el miedo por propia experiencia. Se puede sentir miedo al daño físico, al fracaso, a decepcionar a los seres queridos... El miedo puede ser a lo desconocido o a lo conocido.
No podemos permitir que nuestra manera de actuar esté condicionada por ese temor o que nos paralice hasta el punto de que nuestras decisiones y actitudes queden supeditas a él, ya que pueden llegar a limitarnos e impedirnos hacer ciertas cosas
¿CÓMO AFRONTAR EL MIEDO?
Aceptarlos. Con frecuencia los miedos se niegan (para no sentirse mal), se ocultan (para no preocupar al resto o no ser mal consideradas/os) y se hace como si no existieran, evitándolos o rehuyendo temas o situaciones que los provoquen ("mejor no hablar", "no tiene importancia", "lo dejaremos para otra ocasión, ahora no tenemos tiempo",...).
Compartirlos. Las experiencias de miedo generan muchos sentimientos y emociones que no pueden ser calificados de negativos sólo por no atenerse a razones "lógicas". Negativizarlos no resuelve nada, al revés, genera prejuicios y complica aún más la situación de quienes los sufren. Compartir a un nivel más emocional nos alivia y fortalece.
A veces no sabemos cómo ayudar a nuestros hijos/as con ésta emoción, nos desborda y acabamos perdiendo la paciencia con ellas/os. En el caso de que éste miedo sea muy continuo y le impida realizar ciertas actividades os animamos a que os pongáis en contacto con profesionales.
En ELQUI. Psicología Infantil y Adolescente ¡os podemos ayudar!