APRENDER A ENSEÑAR DESDE EL
CEREBRO QUE APRENDE
Habría que intentar potenciar
todas sus capacidades, a la vez que ellos aprenden a adaptarse al medio. Ya que
aunque la sociedad está cambiando
lentamente en la inserción de estas personas, todavía queda mucho trabajo
por realizar. Todo sería mas fácil si entendiéramos que es la sociedad la que tiene que estar construida
para acoger a una persona con discapacidad o a cualquier persona. Si nosotros
desde la educación creamos una sociedad en la que todo el mundo pudiera estar,
ellos no tendrían que luchar para estar, ni los padres luchar para que entren.
Que cuando la respuesta que obtenemos no coincidan con las respuestas que deseamos no significa que no razonen, sino simplemente que hay discrepancia entre lo que deseamos y obtenemos.
Que cuando tenemos algo planteado y no llega a producirse
el aprendizaje deseado, no podemos decir que
el chico/a tiene dificultades, porque no escuchamos lo que queremos que digan,
hay que replantear el método que usamos.
Existen tres factores
fundamentales capaces de trasformar
cualquier realidad. El esfuerzo, la entrega y el amor que le
ponen a las cosas estas personas. Esos tres factores pueden cambiarlo todo.
También nos enseñan a escuchar y
a desdramatizar, ¿Porqué hacen lo que hacen o dicen lo que dicen?.
Nos enseñan a callar, porque nuestro silencio da fuerza a su voz y sobre todo no olvidar nunca “que da mas fuerza sentirse amado que sentirse fuerte”.
La familia es básica, tiene que
educar, no sobreproteger. Si la familia no confía y cree en ese hijo, todo lo
demás no va a dar sus frutos.
“Con los ojos con los que tú
mires a tu hijo, así lo va a mirar el mundo”.