ESTRATEGIAS PARA REGULAR LA EMOCIÓN

En terapia tanto padres como  adolescentes nos preguntan cómo descargar la emoción o cómo gestionarla. En algunos casos no saben identificar la emoción y aún menos regularla, y en otros casos identifican la emoción pero no saben qué hacer con ella. Por lo que es importante proporcionarle estrategias que le ayuden a regularlas.

Y, ¿Cuáles son algunas estrategias?

  • 1   Expresar verbal y adecuadamente lo que sentimos.

         Al realizarlo nos ayuda a:

ü Dar salida a la tensión generada por la emoción.

ü Tomar distancia y entender que tú no eres la emoción que te daña.

ü Tomar mayor conciencia y compresión de tus emociones.

ü Entender mejor tu proceso emocional e identificar posibles distorsiones.

ü Buscar soluciones.

ü Obtener la compresión y el apoyo de los que te rodean.

ü Mejorar el ambiente de una situación.

ü Resolver el conflicto.

 

          Cómo comunicar de forma saludable las emociones:

ü Expresar la emoción en primera persona: “yo me siento…”

ü Decir la emoción concreta: “Estoy enfadado…” “Estoy  frustrado…”

ü Expresar la causa, el hecho (sin juzgar), las conductas (no las intenciones) que provocan la emoción.

ü Comunicar lo que necesitas: “necesito que me escuches”

ü Pedir lo que quieres que cambia la otra persona: ¿podrías hablarme sin levantar la voz?

ü Solicitar ayuda a los demás: “estoy triste, ¿podríamos hablar?”

ü Importante cuidar la comunicación no verbal como tono, expresión de la cara, gestos……

 

  • 2   Acción

   Cuando sentimos una emoción desagradable la tendencia es quedarnos sin energía, sin     ganas de hacer nada.

  Lo importante es vencer esa inercia que nos paraliza. Y, ¿cómo lo conseguimos? Hay     que identificar las cosas nos gusta hacer y realizarlas para así generar emociones       agradables.

 

Os proponemos unos hábitos emocionalmente inteligentes y saludables:

ü Dedicar 5 minutos al día a sentir y sentirte, realizando una relajación, practicando respiraciones profundas.

ü Conectar con emociones positivas.

ü Definir y visualizar una motivación para el día.

ü Organizar tu tiempo.

ü Prestar atención a tus pensamientos.

ü Realizar deporte o algún ejercicio físico.

ü Hacer actividades que te gustan. (leer, escuchar música...)

ü Compartir actividades con otras personas: quedar con amigos, familia.