La sexualidad es una de esas cosas que todo el mundo sabe lo que es, pero que no es fácil definir: la vivimos, la sentimos, la experimentamos y sabemos que afecta a nuestras relaciones con los demás. Sin embargo, tal vez por este conocimiento intuitivo que tenemos de ella, la sexualidad también genera un montón de dudas o de confusiones. Además, la sexualidad es ambigua, porque para cada persona significa cosas diferentes. ¿Qué significa para tí?
El ser tomado de
sorpresa cuando los niños empiezan a explorar sus cuerpos y muestran curiosidad
sobre las partes del cuerpo y temas sexuales, es una de las realidades más
incómodas en la labor de educar a nuestros hijos y puede generar una serie de
preguntas preocupantes, como por ejemplo, “¿Es mi niño* normal? ¿Debo
preocuparme? ¿Qué le debo decir?”
Aunque hablar con
los niños respecto de los cambios corporales y asuntos sexuales pueda parecer
extraño o vergonzoso, el proporcionarles información correcta y apropiada según
su edad es una de las cosas más importantes que los padres pueden hacer para
asegurarse de que los niños crezcan protegidos, saludables y seguros en sus
cuerpos.
DESARROLLO BÁSICO
Al igual que todas
las formas de desarrollo humano, el desarrollo sexual de su niño comienza desde
el nacimiento. El desarrollo sexual no sólo incluye los cambios físicos que
ocurren cuando los niños crecen, sino también los conocimientos sexuales, las
creencias que van aprendiendo y los comportamientos que van demostrando.
Los niños muy
pequeños (menores de cuatro años) son naturalmente poco recatados y pueden
exhibir abiertamente – a veces de manera sorprendente – su curiosidad acerca
del cuerpo y las funciones corporales de otras personas, como tocar los pechos
de las mujeres o querer mirar a los adultos en el baño. Es también muy común
que los niños quieran estar desnudos (aunque los demás no lo estén) y quieran
mostrar o tocarse las partes privadas en público. Los niños tienen mucha
curiosidad acerca de su cuerpo y puede que descubran rápidamente que el tocarse
ciertas partes del cuerpo les produce una sensación agradable. A medida que los
niños crecen y se relacionan más con otros niños (aproximadamente entre los 4 y
6 años), empiezan a darse cuenta de las diferencias entre niños y niñas y se
vuelven más sociables en su exploración. Además de explorar sus cuerpos
mediante tocar o frotar sus partes privadas (masturbación), puede que empiecen
a “jugar al doctor” y a imitar comportamientos de los adultos como besarse o
cogerse de las manos. A medida en que los niños gradualmente se hacen más
conscientes de las reglas sociales que regulan el comportamiento sexual y el
lenguaje es posible también que hagan más preguntas acerca de temas sexuales,
como por ejemplo acerca de dónde vienen los niños y de por qué los niños y las
niñas son diferentes físicamente.
Una vez que los
niños entran en la escuela primaria (aproximadamente a los 7 -12 años), su
consciencia de las reglas sociales aumenta; se vuelven más recatados y quieren
más privacidad. Aunque el tocarse (masturbación) y el juego sexual continúan,
los niños de esta edad generalmente ocultan estas actividades de los adultos.
La curiosidad acerca del comportamiento sexual adulto aumenta y los niños
pueden empezar a buscar contenido sexual (en la televisión, internet,
imágenes...). Es común que cuenten bromas o historias de contenido sexual.
Además, es común que los niños que se acercan a la pubertad empiecen a
demostrar interés sexual y romántico en niños o niñas de su edad. Aunque los
padres se preocupan a menudo cuando un niño muestra comportamientos sexuales
como el tocar las partes privadas de otro niño, estos comportamientos pueden
ser comunes durante el desarrollo de los niños. Casi todos los juegos sexuales
son una expresión de la curiosidad natural de los niños y no debe ser una causa
de preocupación o alarma.
Algunos
comportamientos sexuales infantiles indican más que simple curiosidad, y se
consideran problemas del comportamiento sexual. Los problemas de comportamiento
sexual pueden poner en riesgo la seguridad y bienestar de su niño y de otros
niños. Los problemas del comportamiento sexual incluyen todo acto que:
■
Está
claramente más allá del nivel de desarrollo del niño (por ejemplo, un niño de
tres años que trata de besar los genitales de un adulto)
■ Incluye amenazas, forcejeo o agresión
■ Incluye a niños con una gran variedad de edades o habilidades
(por ejemplo: un niño de doce años “jugando al doctor” con un niño de
cuatro).
■ Produce fuertes reacciones emocionales en el niño,
tal como rabia (coraje, ira) o ansiedad.
CÓMO RESPONDER A LOS
COMPORTAMIENTOS SEXUALES
El primer paso es
tratar de entender qué pasó realmente. Para esto, es importante que mantenga la
calma. Estar calmado le permitirá a usted tomar decisiones claras respecto a
qué decir o hacer antes de reaccionar con emociones intensas. Para mantener la
calma, trate de respirar larga y profundamente, cuente hasta diez o incluso,
cierre la puerta y antes de decir nada, aléjese por unos minutos. En el caso
descrito arriba, el padre o madre puede decirles calmadamente a los niños que
es hora de vestirse y pedirle cada niño que vaya a una habitación diferente en la
casa. Después de tomarse unos breves momentos para organizar sus pensamientos-
y consultar con su pareja si se está sintiendo muy agitado(a), el padre o la
madre puede entonces hablar individualmente con cada niño. Al hablar con los
niños acerca de temas sexuales es importante mantener un tono de voz tranquilo
y constante y en lo posible hacer preguntas abiertas, que le puedan ayudar a su
hijo a tener la confianza para conversar con usted sobre este tema. Así los
niños podrán contarle lo que pasó, con sus propias palabras, en lugar de
contestar solamente sí o no. En este caso, el padre o la madre podrían
preguntar a cada niño.
EDUCANDO A LOS NIÑOS
SOBRE TEMAS SEXUALES
El hecho de que un
comportamiento sea típico no significa que deba ser ignorado. A menudo, cuando
los niños participan en comportamientos sexuales, esto indica que necesitan
aprender algo. Enséñele al niño lo que necesita saber considerando la situación
en particular. En este caso, por ejemplo, el padre o la madre pueden enseñarles
a los niños que está bien el tener curiosidad acerca del cuerpo de otras
personas, pero que las partes privadas deben mantenerse privadas, aun con los
amigos.