En ocasiones las relaciones familiares se hacen difíciles. Las tensiones, la rigidez, el estrés diario y las disputas van en aumento y mantener la tranquilidad y una comunicación adecuada se convierte en algo muy difícil de conseguir.
Nuestra intervención va en dirección a conocernos cada uno de los miembros de la familia, viendo nuestras propias fuerzas y limitaciones, aprendiendo técnicas de escucha activa y de comunicación, empatizando con los demás e identificando nuestras proyecciones, conociendo el sistema y los métodos inadaptativos de uso habitual.
De este modo aumentamos la comprensión mutua y el apoyo emocional entre los miembros y desarrollamos estrategias de afrontamiento y habilidades de resolución de problemas.