ANSIEDAD
Últimamente nos encontramos en consulta con muchos
adolescentes, y a veces, con niñas y niños de edades comprendidas entre los 8 y
11 que sufren ansiedad.
Algunos niños/as comentan y se quejan de que nos le da
tiempo para estudiar o para descansar, ya que terminan el colegio o el
instituto y tienen extraescolares. Van de una actividad a otra y cuando se
ponen a estudiar les cuesta concentrarse, organizarse.
¿Por qué puede estar pasando esto?
Actualmente vamos siempre
con mucha prisa, de una actividad a otra, transmitiéndole a los niños/as y
adolescentes, mucho estrés, agobio. En ocasiones, suelen tener pensamientos
negativos como “No voy a poder” “no va a dar tiempo”. Están apuntados a
extraescolares de todo tipo, sin tiempo para otra cosa, y en ocasiones, sin
tiempo para sus tareas escolares. Se les exige que sepan organizarse, que haga
sus tareas y estudios en el tiempo que les queda, además se les pide que
obtengan buenos resultados.
Los padres, sin querer y en
ocasiones sin ser conscientes, trasmitimos el estrés, las prisas, el agobio a
nuestros hijos, debido a nuestro propio ritmo y al que marcamos a ellos. Esto
perjudica claramente a nuestros hijos ya que al final actúan como nosotros y se
introducen en este ritmo apresurado.
Este ritmo tan frenético
puede provocar ansiedad, estrés, produciendo niveles altos de la hormona
cortisol, conocida como la “hormono del estrés”
¿Qué es la ansiedad?
Según “Manual de Diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales” la DSM V, es la anticipación de una amenaza futura. Todos en algún momento nos hemos sentido
ansiosos y no por ello hay que desarrollar un trastorno de ansiedad.
La ansiedad no es una
emoción negativa si se mantiene en unos niveles adecuados, ya que nos ayuda a
anticiparnos de las situaciones futuras, de amenazas. Pero si sus niveles se
elevan puede ser muy perjudicial para la salud mental y física.
La ansiedad va precedida por
un pensamiento que genera una reacción física.
Los pensamientos que surgen
suelen ser pensamientos negativos como “no puedo hacerlo”, “No sirvo para
esto”, “No lo conseguiré” …, estos hacen que los niveles de cortisol se eleven
y se sienta ansiedad, provocando la reacción física como por ejemplo sensación
de ahogo, mareos, temblores involuntarios, sudoración excesiva, arritmias
cardiacas, respiración acelerada, tensión de los músculos, dolores de cabeza,
boca reseca.
¿Qué hacer para combatir la
ansiedad?
Para combatir la ansiedad o estrés a cualquier
edad es necesario realizar estas recomendaciones.
·
Relajación/meditación/mindfulness: al
realizarlo se obtiene muchos beneficios como bajar niveles de cortisol, mejorar
la atención, concentración, la creatividad y aumenta la capacidad para aprender
nuevas cosas.
·
Ejercicio: es la forma más efectiva, ya que
al realizarlo se producen hormonas de serotonina y dopamina, reduciendo la
ansiedad. El ejercicio suave, relajado, de baja intensidad realizado con
frecuencia, como pilates, yoga, caminar, es el más beneficioso.
·
Pensamientos positivos: hay que darle
importante a los pensamientos que se solemos tener, ya que influye mucho en nuestro
estado emocional y en como nos enfrentamos a las situaciones. Para evitar el bucle de pensamientos
negativos, tóxicos hay que sustituirlos por pensamientos e ideas positivas y
constructivas.
Cuando nuestros hijos/as
sientan ansiedad podemos ayudarlo siempre y cuando nosotros como padres estemos
tranquilos. Desde nuestra tranquilidad podemos transmitirles que respiren, se
relajen y, si les apetece, que hablen de lo que les ocurre. Si son pequeños les podemos acompañar a realizar
respiraciones y ver cuales son sus pensamiento.
Los padres y madres debemos ser guías en el camino y aprendizaje de nuestros hijos.